Una buena noticia.
Acabo de recibir una buena noticia, quiero tener a alguien a quien contarlo. Antes de recibir la noticia, estaba a punto de hacer algo que me produciría placer temporal pero me afectaría emocionalmente después. (Comer un bocadillo cuando estoy a dieta), y siento también la necesidad de leer algo para sentir que estoy aprendiendo y auto convencerme, (necesidad de aprobación). Convencerme de que hago algo productivo.
Luego de recibir la noticia y a punto de leer, pienso, que el leer me va a producir un placer egoísta porque simplemente es encerrarme en mi egocentrismo y decirme a mi mismo hiciste lo correcto, o esta bien lo qué haces; lo que podría haber pasado es, que luego de leer comería el bocadillo y luego vendría la culpabilidad. Me salí de mi mismo, decidí, orar, dar gracias, y antes que nada reconocer a Dios en mis caminos decirle que todo lo que a mi vida sea añadido sea para mi bienestar y para encontrar paz, que nada me aleje de las dos cosas mas importantes de la vida, amarlo a Él sobre todas las cosas y amar a mi prójimo como a mi mismo.
Todas las decisiones en nuestra vida tienen algo en común, todas por diferentes que sean nuestras aspiraciones tienen un fin, la Felicidad. Pero porque cuesta tanto encontrarla o aun mas, porque es tan difícil decidir lo que es mejor. El placer, se esfuma y produce culpabilidad cuando va en contra de nuestra conciencia, el conocimiento envanece y frustra cuando no sabemos que hacer con el, nos volvemos en una bodega llena y llena. Pero porque es tan difícil decidir.
Es complicado tener una casa enorme y también contar con mucho tiempo libre, es difícil pasar mas tiempo con la familia y obtener un ascenso en el trabajo, es difícil leer muchos libros si pasamos mucho tiempo en nuestro muro de Facebook, es difícil disfrutar una buena cena si solo estamos en el teléfono, es difícil que disfrutes de tu relación con amigos y hermanos si estás ahí solo para señalarlos y ver sus defectos, es difícil concentrarte en el cariño de Dios si no perdonas las ofensas (me refiero a perdonar a los demás y también a ti mismo), es difícil que seas responsable si no amas lo qué haces, es difícil que evites una discusión y hablar cosas que después vas a lamentar si valoras mas el siempre tener la razón, y la lista sigue y sigue.
Al final tenemos muchas, muchas alternativas, pero recuerda que el fin buscado es el mismo, pero porque es tan difícil decidir.
Pensemos por ejemplo en resoluciones como cambiar de empleo, cortar una relación, ahorrar, y es trágico pero ir a visitar al hermano.
Todas estas cosas tienen algo en común, nos aterra perder el estatus quo, y el placer y comodidades a las que estamos acostumbrados, porque consideramos el placer, felicidad; y el tener, abundancia.
Cuando usted y yo aprendamos a renunciar a lo que nos hace mal y nos demos cuenta que la vida se trata de determinaciones conscientes entre lo bueno versus lo mejor, aprendiendo a vivir el presente, el hoy, entenderemos que aunque estemos en la puerta, el camino es acerca de renunciar al YO y comenzar a escoger la plenitud que existe solamente en la persona de Jesús, su voluntad es buena para mi, agradable para mi vecino y perfecta ante sus ojos.
Como la vida lo exige constantemente, escojamos pues, La vida o la muerte.