Sobre el amor
Así que, que podría saber un jovencito sobre amar, bueno, se que duele, que requiere de sacrificios muchas veces, pero sobre todo al igual que toda victoria en esta vida, es producto de una decisión deliberada con gran peso de intención (compromiso) y una mezcla de esperanza y fe. El amor es bueno, requiere valentía, y cuando es correspondido es hermoso. Puedo decir que es difícil porque nos mueve a sacrificarnos por alguien que no somos nosotros mismos.
He aquí descrito.
Nacemos con una innata cualidad llamada alma, donde yacen nuestros pensamientos. También nuestros recuerdos se van albergando en ella, sean estos buenos o malos. Hay también en nuestra alma; emociones y fuerza de voluntad. Las emociones son alteradas por estímulos externos a lo largo de toda nuestra vida, si bien ocurre con nuestras emociones no así con nuestra fuerza de voluntad, cada uno pude elegir que hacer con dichos estímulos; buenos o no buenos.
El tiempo transcurre y aunque no sabemos porque, al menos no lo explicaré por ahora, anhelamos estos estímulos que nos hacen sentir vivos, es entonces cuando descubrimos el enamoramiento, una suma de placer con atracción, mezcla compleja que se resume a: idealización, curiosidad y un natural deseo físico (eros), emocional y mas profundamente, también espiritual (philia).
Tendemos a crear una dependencia a estímulos, algunos individuos mas que otros, o más de lo que se atreverían admitir. Y guiados por nuestra emoción solamente, terminamos descubriendo la desilusión porque estamos muy mal informados y por nuestra tendencia perpetua al error, esa es la realidad del ser humano. Nos ilusionamos de la persona equivocada, haciendo las cosas correctas por motivos equivocados y todo resulta ser un fracaso. Pero la verdad es que la vida no termina ahí, si nuestra vida terminará así, seria una gran tragedia.
La vida sigue y nosotros podemos decidir cual sera nuestra respuesta.
Lo que digo es, no todo acto de desgracia debe transformarse en un confinamiento a la eterna tristeza, no todo acto de injusta debe aprisionarnos detrás de las rejas del rencor, no todo acto de traición debe aislarnos en el abismo del odio.
Hay mucho que creen que el amor solo son las emociones o estímulos que recibimos pero tengamos en cuenta que el alma es mas que solo emociones también es fuerza de voluntad y razón, esta función es la que fortalece un vinculo mas allá de la variabilidad de las emociones.
Amar es una decisión (compromiso) de quedarte con la persona que amas en las dificultades, no quiero mencionar las cosas buenas, porque en bonanza todo es fácil, pero es en la adversidad, en los desacuerdos cuando amar a otro es casi imposible, somos demasiado diferentes cada uno, venimos de lugares diferentes, nuestras experiencias han sido distintas y la única manera de descubrir el verdadero amor es, tolerar, aceptar, perdonar, apoyar, sanar, considerar, respetar, ser pacientes y misericordiosos.
Enemigos del amor son el orgullo y la vanidad, buscar solamente el bien propio e interesarnos mas por las cosas superficiales desatendiendo lo mas sustancial. Creer de nosotros algo que no es.
La fe y la esperanza entran en acción para caminar sobre toda amenaza de duda y desconfianza, espero no ser mal interpretado, no hablo de ser ingenuo y entregarse a lo impredecible del mañana por un puro efecto de la imaginación, y deseo; hablo una vez mas, de confiar en nuestra fuerza de voluntad y en la de la otra persona en que mañana se volverá a intentar, con la clara certeza de lo que las cosas son en el presente y quien es esa persona es en ese momento, confiar que mañana se volverá a elegir el uno al otro, para poner en practica todas las virtudes necesarias para que su compromiso se mantenga en pie.
Funciona igual en todo nivel relacional, sea con padres, con hijos, amigos, esposos, etc.
Nunca se es tarde para comenzar a amar de verdad.
Te quiero a las diez de la mañana (Jaime Sabines)
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once,
y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y
con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia.
Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me
pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la
comida o en el trabajo diario, o en las diversiones
que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con
la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y
siento que estás hecha para mí, que de algún modo
me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos
me convencen de ello, y que no hay otro lugar en
donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu
cuerpo. Tu vienes toda entera a mi encuentro, y
los dos desaparecemos un instante, nos metemos
en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo
hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente.
Y hay días también, hay horas, en que no
te conozco, en que me eres ajena como la mujer
de otro, Me preocupan los hombres, me preocupo
yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense
en ti durante mucho tiempo. Ya ves ¿Quién
podría quererte menos que yo amor mío?